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LA VUELTA A CASA |
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Más de 100 mil hinchas de San
Lorenzo participaron de la inolvidable
vuelta a Boedo. Hubo misa con
jugadores, dirigentes y glorias en el
Oratorio San Antonio, una multitudinaria
caravana hacia el predio de
Av. La Plata, fiesta, fuegos artificiales y
más. Un sueño hecho realidad... |
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El sueño de los hinchas de San Lorenzo, la esperada
vuelta a Boedo, finalmente es una realidad. Luego de la firma de
la escritura de los terrenos de Avenida La Plata del
viernes, a partir de este lunes 1 de julio, el Cuervo retomó la posesión
oficialmente de su antiguo hogar. Y más de 100 mil personas participando de esta
fiesta inolvidable.
La
Vuelta a Boedo significó una reparación y una recuperación histórica de
los terrenos en los que estuvo erigido el Gasómetro, el corazón del club entre
1916 y 1984, cuando fue desmantelado definitivamente. Logró lo que muchos
escépticos creían que jamás ocurriría: pisar nuevamente y sentirse dueño de
Avenida La Plata al 1700. Tierra Santa. Donde creció el gigante. Allí, donde
Sandro animó carnavales, anoche un cuervazo como Vicentico cantó con voz de
cadillac para las 130.000 personas presentes en una fiesta única.
La
noche comenzó con una misa en el Oratorio San Antonio, donde nació San Lorenzo,
que continuó con una peregrinación impresionante y que se extendió hasta la
madrugada, con una explosión de algarabía a la medianoche, el momento más
emotivo: fuegos, hits de tablón, recuerdos que nadie va a olvidar jamás...
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Y toda la
familia sanlorencista dio el presente: la dirigencia, con
Matías Lammens y Marcelo
Tinelli a la cabeza,
jugadores como
Blandi o Coloccini, más glorias como el Nene
Sanfilippo, Pipo Gorosito y Bernardo Romeo, actual mánager del
equipo. |
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Tras la
misa, el
pueblo cuervo partió en procesión hacia el predio de Av. La Plata, donde desde
temprano ya flameaba la bandera de San Lorenzo. "Es algo muy emocionante, la vuelta a Boedo es
la hazaña más grande que hizo un club en toda la historia", sostuvo Matías
Lammens, quien se sumó a la caravana a pie entre los hinchas. Tinelli, su vice,
hizo algo parecido. |
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El club recuperó esos metros cuadrados en los que Delfo Cabrera se entrenaba para ser hito en el atletismo. En Boedo, Bergoglio era Jorgito e iba a ver a su papá cuando jugaba al básquet en el Salón San Martín. Y todos juntos, claro, se reencontraban y alentaban desde los tablones de lapacho. Las hazañas del Terceto de Oro (Farro, Pontoni y Martino, cracks de la década del 40), de Los Matadores o Los Carasucias fueron sólo parte de la historia azulgrana. |
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El Gasómetro era el corazón de Boedo. San Lorenzo anhelaba recuperar lo que lo obligaron a perder. Esta noche comenzó a hacerlo... Por eso, las lágrimas de padres, hijos y abuelos, y también el sollozo de Adolfo Res, el historiador que se negó a creer que fuera una utopía regresar a Boedo. |
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Todos juntos lograron que ocurriera lo que, para muchos, era un imposible en letras de molde. Más de cien mil gargantas gritaron que San Lorenzo es de Boedo. Se entremezclaron los ídolos con los hinchas. El CASLA regresó a ese punto de partida del que jamás quiso irse. Sueña con su futuro estadio. Y dar la vuelta en Avenida La Plata, donde ya volvió. |
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