El Nuevo Gasómetro estaba vallado y rodeado
de uniformados de la Policía
Federal que,
bajo la orden de Miele, se predisponían a lo
que fuera para que el socio no ingresara al
club.
Y "lo que fuera" llegó. Gases,
balas de goma, bastonazos. Como en la
peor época del país, la disconformidad
popular era apaleada, reprimida, por las
fuerzas del "orden".
Resistimos. Marcamos la cancha. Después de
aquella tarde que sirvió para concientizar a
todo el pueblo de Azulgrana,
la CD cayó a los pies de la voluntad
societaria.
Con el correr de los años, las
experiencias de Racing,
Talleres de Córdoba, Ferro y Defensa y
Justicia, entre otros, dejaron en
claro porqué el gerenciamiento no era una
opción en el Bajo
Flores.
Un año más tarde, en mayo de 2001,
ISL quebró tras un escándalo que manchó de Joseph
Blatter para
abajo a todo el mundo del fútbol. Sí, la
misma empresa que quiso quedarse con el club
estuvo a punto de llevarse puesto al
presidente de la FIFA.
Por eso, cuervos, porque el 30
de noviembre del 2000 bancamos juntos
la privatización recomendada –casi impuesta-
por la dirigencia local e internacional hoy
es el Día
del Hincha de San Lorenzo. Porque el
club es, fue y seguirá siendo una sociedad
civil sin fines de lucro.
Década y media después, con una libertadores
en la espalda y con la misión fundamental de
la
"Vuelta
a Boedo" a
no olvidar, a no bajar los brazos, a
percibir cualquier maniobra que, camuflada,
intente quedarse con nuestro club para
beneficiar a algún buitre privado. Porque
este sentimiento nadie lo comprende. ¡Feliz
día! |