Aunque sea un amistoso, siempre es especial jugar contra el club de toda la vida, y eso debió pasar por la cabeza de Gabriel Deck, la nueva joya del básquet de San Lorenzo, que viene de participar de los Juegos Olímpicos y que le tocó enfrentarse contra Quimsa, club con el que debutó en la Liga allá por la temporada 2009/10. Fueron sentimientos previos, porque después, Gaby fue la figura del partido, con 23 puntos y 4 volcadas, una mejor que la otra. Ganó San Lorenzo 91-85. Quimsa había viajado toda la noche para llegar pocas horas antes del partido y, en parte, eso se notó. como también los dos jugadores que todavía no tiene: su tercer extranjero (Ingram) y el base titular, Phillip Hopson. Igual, jugó con mucha seriedad y estuvo a la altura de un choque que, tranquilamente, podría ser la final de la próxima temporada. El juego fue muy físico desde el minuto uno, no exento de encontronazos varios (Battle-Sandes, Aguirre-Sahdi), que incluso llevaron al árbitro Daniel Rodrigo a, durante el juego, hablar con los protagonistas para que aflojaran un poco, protestas incluidas. San Lorenzo jugó un primer cuarto de buen nivel, desnivelando con Meyinsse en la pintura y Deck en la transición, y aprovechando un equipo más largo, en el que Julio Lamas pudo ir mostrando varias de las alternativas (muchas), que tendrá su plantilla: jugar con dos bases, con Deck de 4, con Deck de 3, con 3 grandes, etc. Un equipo muy rico y con talento y físico en prácticamente todos los sectores. Tras llevarse la primera mitad 49-40, San Lorenzo aflojó un poco en el tercer cuarto (momento de la escaramuza que involucró a Aguirre, Sahdi y Gallizzi), momento en el que apareció Tristan Spurlock, un cuatro con una capacidad física tremenda y tiro, que anotó 10 puntos en el cuarto para poner a Quimsa a 5 (72-67). El resultado no era lo más importante, pero siempre motiva ganarle a un rival importante, y por eso el último período se jugó buscando funcionar bien, pero también ganar. San Lorenzo se lo llevó porque tuvo a un jugador distinto como Deck, pero también por la buena participación ofensiva de Díaz (16), el poderío interior que mostró con Meyinsse, Calfani y Sandes, y por un ratito de Aguirre en el segundo cuarto fundamental para mantener la diferencia. |