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Museo Jacobo Urso

Club Atlético San Lorenzo de Almagro

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por Alberto Barja
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HOMENAJE A OSVALDO SORIANO

 

Osvaldo Soriano nació en Mar del Plata, 6 de enero de 1943 y falleció el 29 de enero de 1997, fue un escritor y periodista argentino. Hincha de nuestro querido San Lorenzo de Almagro.

 

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La peña sanlorencista de la ciudad de Madrid en España lleva su nombre...

 

 

Osvaldo Soriano nació el 6 de enero de 1943, de pura casualidad, en la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. Es que el trabajo de su padre, el catalán José Vicente Soriano, inspector de Obras Sanitarias de la Nación, exigía frecuentes mudanzas por todo el país. Y detrás de esos destinos iban su esposa, la tandilense Eugenia Goñi y –luego– su único hijo, Osvaldo.

“Mi papá hizo parte no sé si de las cañerías o las cloacas de Mar del Plata, así que se casó con mi madre en esa ciudad y yo nací ahí. Entonces, en Mar del Plata dicen ´bueno, sí, nació acá’. Pero en Tandil, donde viví 8 años, nadie me tomaría por tandilense”. (4.00)

En Tandil, donde transcurrieron los primeros años de infancia de Osvaldo, nació una de sus grandes pasiones, el fútbol. Y con el fútbol llegó el amor incondicional por un club, San Lorenzo de Almagro. Los Soriano se mudaron después a Cipolletti, provincia de Río Negro.

“Yo viví en Cipolletti, y de hecho un poco mi origen es ése, porque fue el fin de mi infancia y la adolescencia. En su momento el valle era un lugar muy desierto y muy… no había librerías, por ejemplo. Eran lugares muy pequeños, no eran los conglomerados que son ahora.” (5.25)

Su mamá y su papá querían para su único hijo un destino de ingeniero pero para Osvaldo las matemáticas eran un laberinto.

“Tanta Matemáticas y esas complejidades, para mí, son de otro planeta. Y no había en mi familia alguien proclive a… [Laliteratura] Creo que había un Martín Fierro en la biblioteca, como supongo que en casi todas las bibliotecas donde hay un solo libro”. (6.10)

Cuando estaba en tercer año, Osvaldo abandonó el colegio secundario. Todavía en Cipolletti, comenzó a trabajar como embalador de manzanas y fue el goleador del equipo local, que se llamaba Confluencia. 

De vuelta en la ciudad de Tandil, fue a probar suerte al club Independiente de esa localidad.

“La diversión y la cosa más fuerte pasaba en el fútbol… yo soñaba con ser un jugador de fútbol, de hecho jugué al fútbol allí. Y no había leído más que… yo diría, para mí, lo que mi padre me transmitía era que los libros estaban asociados al saber técnico.” (7.12)

Juan Sasturain: “Había jugado al fútbol, le gustaba jugar al fútbol, quería ser jugador de fútbol. Hay una definición de Fontanarrosa muy linda que dice: ‘El gordo, cuando era un muchacho no quería ser Cortázar, quería ser Ermindo Onega. Quería ser un buen jugador de fútbol, no un escritor.” (6.40)

Para solventar sus gastos, Osvaldo comenzó a trabajar en la Metalúrgica Tandil.

“Tenía 20 años, más o menos, cuando trabajé en una fábrica en Tandil, una fábrica de motores de auto, “Metalúrgica Tandil” que en un momento determinado fue la fábrica de coches de la mayor parte de los coches del país. Yo trabajaba allí, como toda persona que vivía en Tandil y trabajaba de noche. Allí escribí, trabajando de sereno, mis primeros cuentos.” (8.08)

Juan Carlos Di Paola: “Él contaba historias de fútbol de Cipolletti. Me pareció que era un narrador oral muy poco corriente. Trabajaba en ese entonces en la metalúrgica y vivía horrorizado por el régimen obrero.” (8.35)

Entonces Osvaldo intentó vivir de lo que más le gustaba: escribir. Se presentó a la redacción de “El eco de Tandil” y entró a trabajar en la sección de deportes.

En “El eco de Tandil”, el gordo –como lo llamaban todos– también publicaba notas sobre los ídolos musicales del momento, Palito Ortega y Leo Dan, con el sinónimo de Plutonio. Pero empezó a trabajar para cumplir su sueño: escribir para la revista del momento “Primera plana”. En 1989 nació su primer y único hijo, Manuel, llamado así en homenaje a uno de sus grandes héroes de la historia, Manuel Belgrano. 

Ese mismo año, Osvaldo terminó la escritura de su nuevo libro “Una sombra ya pronto serás”, una historia de desencuentros de personajes memorables y fracasados por rutas vacías y pueblos de mala muerte. Dice Olivera: “Cuando leí ‘Una sombra ya pronto serás’, le dije que me encantaría hacer esta película.” Soriano se puso a trabajar con Olivera en el guion del film.

Y el gordo siguió escribiendo. En 1992, “El ojo de la patria”. En 1993, “Cuentos de los años felices”. En 1995, “La hora sin sombra.”

En 1996, poco después de publicar “Piratas, fantasmas y dinosaurios”, Soriano enfermó gravemente. El 29 de enero de 1997 murió a los 54 años.

Autoría: Dirección Provincial de Educación Primaria - Subsecretaría de Educación, DGCyE

 

 

 

INGRESA Y HACE EL PEDIDO

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 




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