La hazaña
del record lleva implícita también la evolución del
individuo porque siempre otra conquista de su desarrollo,
como lógicamente lleva después implicada el estimulo a la
superación en el resto de todo los deportistas.
El
record es entonces un suceso, un acontecimiento, una
trascendencia física e histórica. Por eso cuando apareció en
el panorama de nuestra natación esa niña que el espacio de
un par de años superaba mas de veinte marcas, hubo que
abrirle paréntesis de emocionada admiración.
Allí, en medio de ese reguero de aplausos que seguía a cada
meta alcanzada en la pileta, crecía el nombre de Ana
Maria Schultz con la prestancia inusitada que se
desprendía del asombro de sus pocos años, de su disciplina y
de su esfuerzo. |
Ana Maria Schultz vive su infancia a
orillas de los riachos del Tigre, donde por esas cosas de
azar no se va a hacer nadadora, pero si hay que evitar que
corra el riesgo de las primeas intentonas. Y es cuando debe
trasladarse con su familia a nuestra Capital cuando la
cercanía del club San Lorenzo la invita a iniciarse en las
brazadas. Tiene entonces once años, y en el agua su alborozo
de niña se trueca pronto en la necesidad de ajustar su
esfuerzo, del cual se va sintiendo consciente, a la búsqueda
de triunfos, estimulada por la presencia de maestros y
nadadores.
Y
así su primera participación en una prueba se establece el 8
de Noviembre de 1947. A partir de ese momento la natación
argentina vive la permanente conmoción de las marcas que se
van tabaleando no bien esta niña intenta superar lo
establecido.
Y ese asombró se hace mas extraordinario, aun
cuando a su paso por las piletas van quedando relegadas
hazañas que llevan en el historial de la natación
continental inscripto nombres como los de Jeannette
Campbell, Beryl Marshall, Eillen Holt,
Pieade Coutinho...
No le cuesta mucho al parecer a la
chiquilina que todavía puede tener privilegios de pensar en
muñecas, realizar sus esfuerzos. Lo hace con la naturalidad
que parece darle su físico privilegiado, pero al cual ordena
su cerebración, que si no se adivina, se presiente. En pocos
días, con espacio de semana, Ana Maria Schultz se
prepara para bajar nuevas marcas como si pudiera regular su
rendimiento en un estado de preparación impecable.
Y lo que
parece mas maravilloso aun, es que pueda atacar las mas
variada distancias. Empíricamente, siempre pareció imposible
que se pudiera variar en los esfuerzos de distancia
distintas, aun antagónicas. Ana Maira lo acomete con toda naturalidad. Así, desde los 200 metros hasta los 1.500 no sabe de trabas en su esfuerzo de ninguna naturaleza.
Gracias por todo Ana Maria Schultz...
Campeona Argentina...!
Campeona Sudamericana...!
Campeona Panamericana...! |