Hubo
lágrimas, abrazos, puños apretados y mucha emoción. Porque las Santitas del
futsal, tal su costumbre, hicieron festejar a Boedo. Otra vez. San Lorenzo
venció 4 a 3 a Kimberley, en Ferro, y se quedó con la Supercopa. Un nuevo logro
que llena de orgullo al club e invita al aplauso. |